El diseño fue el primer lenguaje que utilicé para satisfacer mi necesidad de comunicarme. Después, vino la ilustración, actividad que de forma natural dio paso a la pintura. La pintura es ahora mi manera de contar historias; unas historias que son mÃas pero que, una vez están elaboradas y expuestas, en realidad lo dejan de ser y pasan a ser de los que las miran.
¿Cómo ha evolucionado tu trabajo a lo largo de los años?
Ha sido un camino de ida y vuelta, tanto en estilos, formas y tamaños como en estados de ánimo, pero siempre desde la necesidad de contar historias. Algunas veces lo he hecho de manera directamente seriada, y, otras, con varias obras aparentemente inconexas, pero que en realidad están relacionadas entre sà por gamas cromáticas y, en general, por un solo concepto comunicativo.
¿PodrÃas citarnos los proyectos artÃsticos y las exposiciones de tu carrera que consideres más importantes?
Como más importantes, las exposiciones celebradas en Nueva York y en ParÃs, porque hicieron aumentar mi vanidad... Pero lo que más valoro, sin duda, es el vÃnculo que se establece entre artista y galerista en un proyecto concreto y la relación de confianza compartida que se establece caminando juntos para llegar más lejos.