Desde el principio su trayectoria artística revela diversas influencias: Cézanne, Rouault, Picasso, Benjamín Palencia, Francisco Bores, Ortega Muñoz, Zabaleta; todos se reflejan visiblemente en su pintura sin llegar a someterla. A partir de estos maestros, Joan Capella consiguió un estilo propio, una manera de hacer disfrazada de aparente sencillez. En sus obras, el tratamiento preciso del color y la equilibrada composición de las formas transforman una realidad que, a través de su serena mirada, deviene silenciosa armonía.